martes, 17 de mayo de 2011

© Néstor Morosetti
Morosetti, Néstor Hugo
    Constelaciones anómalas : los escritos de Randhelz, el espía. - 1a. ed. - Buenos Aires : el autor, 2011.
    E-Book.

    ISBN 978-987-33-0571-9         

    1. Literatura Argentina. I. Título.
    CDD A860






Fecha de catalogación: 02/05/2011


el Espía










CONSTELACIONES ANÓMALAS









(Los escritos de Randhelz el Espía)













Néstor Morosetti


PRÓLOGO (Por Sofía Landsman)

Néstor Morosetti nació el 2 de septiembre de 1965 en la capital de Buenos Aires. A los dieciséis años escribió su primer poema titulado “Gusanos en el mundo”. Desde 1990 hasta 1996 publicó cuentos de ciencia ficción en la revista La Buraco, dirigida por Rafael Sanchez y participó como periodista en la revista Arte Oeste. En agosto de 2000, Ediciones del Dock publicó su libro “El Esquizonauta”. Al año siguiente Ediciones Carena (Barcelona) edita varios poemas de su autoría en la antología “Poemas y relatos desde el sur”. En noviembre de 2002 publicó su segundo libro, “Protometálico”. También realizó colaboraciones para la revista digital Destiempos, Decir del Agua, Artgerust, la revista electrónica Malabia, el boletín mensual de Kieran Mclaren y la página digital de Ana Lindner. En los párrafos siguientes Sofía Landsman nos ofrece un análisis de este libro.
Constelaciones Anómalas, es una nueva obra de Néstor Morosetti. En ella nos abre las puertas hacia un enigmático universo. De la mano del personaje Randhelz el Espía nos invita a experimentar todos los misterios de un cosmos lleno de extrañezas, maravillas, naturalezas que atrapan a los entes que allí habitan y crecen sin asombro; todo es posible en la dimensión que sobrevolamos con la narrativa delirante y fantasiosa del autor, con la irracionalidad extrema que provoca por momentos terror, deseos, pasiones, todo se supera y se transforma en lo más ilógico que la mente humana pueda imaginar. Como Morosetti lo menciona en esta frase tan elocuente: “Me permito soñar porque un hombre sin sueños no sería más que la infinita arena, sin serpientes ni escorpiones”
Mundos mágicos, constelaciones y tormentas de sangre, palabra muy repetida por el autor, como así también, los relojes, los espejos, imágenes presentes que demarcan un juego con lo atemporal, lo infinito, lo perdido y lo anhelado.
Néstor Morosetti crea a la perfección cada detalle de esta panorámica surrealista, irreversible, violenta, sexual y erótica, lo ambiguo siempre presente, lo humano y lo no humano, los objetos fundiéndose como fluidos y el hombre y la mujer indefinidos, hasta robóticamente funcionales, fronteras que se esfuman y no delimitan un solo esquema; naturaleza poderosa que puede más que un dios.
En cada una de las puertas que el lector traspasa, percibe una literatura inspiradora que le roba y al mismo tiempo y al mismo tiempo le proporciona la esperanza, ni siquiera ella es definitoria, va y viene, se pierde y se gana, muere y resucita en cada acción, como la soledad y el amor, la muerte y la vida que enfrentadas se juegan en este libro más allá de la locura y la conciencia. El pesimismo, la melancolía, la falta de fe y una mente poderosa que lucha por sobrevivir en ese espacio que todo lo aprisiona, hasta nosotros como lectores nos arrebata lúdicamente hasta lo inhóspito de este cosmos personal.
Constelaciones Anómalas, una invitación de alto vuelo imposible de evitar. Quién puede negarse a ser muchos seres al mismo tiempo, a descubrir fantásticos estadios de infiernos y paraísos. Todo está aquí, en cada espacio narrativo, donde al final el oxígeno de un estilo poético vuelve para acariciar al lector con cierta calma aparente.

Sofía Landsman
a mi ahijada Camila, Niña Mariposa del aire encantado.






















































Y también dicen: “Es imposible que el hombre viva y respire bajo el agua”.
Esa era su gran queja
(Y también me echaron en cara esto, dijeron)
“De cualquier modo sabes muy bien que eso estaría más allá de la voluntad de Dios.
Y la gracia del Rey”.
(La gracia del Rey).
(1983... En un tritón debería convertirme).

Jimi Hendrix.



























Conocí a Randhelz el Espía cuando era niño. Su nariz era recta y delicada. Tenía los labios finos, el pelo rubio y largo, los pómulos marcados, ojos celestes como dos mares pequeños. Algunos decían que era budista, otros lo consideraban un intelectual, quizás se equivocaban. Pero su prestigio en el ambiente de las “Anomalías” superó los límites de la imaginación.
Yo pensaba que estaba loco, hablaba de puertas que contenían extraños laberintos, habitaciones en las que había todo tipo de mundos insólitos e irracionales. Me dijo que desde niño veía en su cuarto siete estrellas pequeñitas que ascendían en la noche. Dicha visión quizás terminó por enloquecer a Randhelz, que a veces se aparecía en mis sueños vistiendo harapos, profiriendo calamidades para el cosmos y la humanidad. Hasta su risa sarcástica me perturbaba.
Pero también fue una persona inteligente y sensible. Me compraba golosinas, ayudaba a mi madre con dinero y siempre se compadecía de los humildes. Luego Randhelz Tlizdal (ese era su nombre completo) murió, aunque antes de fallecer dijo que partiría hacia un mundo paralelo; algo que yo no creí.
Al morir dejó unos escritos insólitos que yo traté de interpretar inútilmente. Por una extraña razón decidí incluirlos en este libro, abundante en delirios y fantasías cósmicas. Dejo al lector la libre interpretación de estas Constelaciones y espero que pueda abrirse paso en estos laberintos llenos de amor, locura y muerte.

LAS MISIONES DE RANDHELZ, EL ESPÍA


1) Llover celeste en la memoria del Reino del Cristal.
2) Incrustar relojes en los pétalos de las flores.
3) Romper en dos a la chica amarilla.
4) Beber jugos Júpiter´s.
5) Nadar en los ojos verdes de Andrómeda.
6) Florecer en un invierno oscuro.
7) Mirar las habitaciones blancas del Hada Negra.
8) Pegar un beso de su amada en los rayos del sol.
9) Hacer las mediciones de los sentimientos de Nartivia Azulada.